29-04-2021 - 10:45 - cereales y forrajes
El pasado 31 de marzo de 2021 se dio por finalizada la campaña de la alfalfa en España con una producción de forrajes deshidratados de 1.465.043 toneladas, lo que representa un incremento en la producción del 3,8%, es decir, 53.621 toneladas más que la campaña anterior. Lo ha hecho público AEFA, la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada, a través de un comunicado.
Las zonas productoras donde del cultivo ha crecido han sido Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura, con unos incrementos del 13%, 11,8%, 6% y 1,4% respectivamente. En el lado opuesto se encuentra Andalucía con un descenso del 20%, seguido de Navarra y Cataluña que bajan un 2% en la producción de forrajes deshidratados.
La superficie de cultivo contratada y destinada a la deshidratación ha crecido en cerca de 8.000 hectáreas, lo que supone un incremento del 7% con respecto a la campaña anterior, siendo esta la tercera campaña con aumento tanto en superficie como en producción.
La campaña 2020/21 comenzó en pleno confinamiento, pero el sector siguió trabajando por su condición de esencial. Durante los dos primeros cortes las lluvias fueron la tónica general, complicando el trabajo en el campo, y sobre todo afectando a la calidad del producto final. En cambio, en el tercero, cuarto y quinto corte la producción fue bastante buena, tanto en calidad como en cantidad, paliando en buena medida los problemas del cultivo en primavera.
Desde el punto de vista comercial, el año ha ido de más a menos. Las retribuciones por el producto transformado en los primeros meses de campaña fueron interesantes, pero "desgraciadamente desde el mes de julio nuestro sector, especialmente dependiente de las exportaciones, comenzó a sufrir problemas en el transporte marítimo derivados todos ellos de la pandemia", asegura la entidad.
Durante los últimos meses se están incrementando incesantemente los precios de los fletes marítimos, así como la disposición de espacio en los barcos y de contenedores para la exportación.
Según AEFA, estos problemas siguen sin solucionarse y se constata como el transporte tiene un coste difícil de asumir por las industrias que forman parte del sector del forraje deshidratado, situación que va a marcar el comienzo de la campaña 2021/22 de la alfalfa deshidratada.