La sequía obliga a cerrar el Canal de Urgell cinco meses antes de lo previsto

La Comunidad General de Regantes de los Canals de Urgell, que riega más de 70.000 hectáreas en el Pla de Lleida, ha decidido el cierre de compuertas a partir de este martes 25 de abril, cinco meses antes de lo que es habitual. 

Esta medida significa que el canal principal permanecerá cerrado, abriéndolo solo periódicamente para garantizar el suministro de agua para los abastecimientos y la supervivencia de los árboles frutales, pero no de sus frutos. Ante esta situación, el director general de la Comunidad, Xavier Díaz, ha pedido a los agricultores que no siembren cultivos de verano, lo que podría resultar en pérdidas millonarias. 

Ahora el temor está en el agua de boca, por lo que el presidente de los Regantes, Amadeu Ros, ha solicitado a los ayuntamientos que gestionen sus reservas de agua con responsabilidad, ya que el abastecimiento de la población es una prioridad. 

Por otro lado, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se reunirá la próxima semana para debatir la solicitud de la CGRCU de declarar el estado de excepcionalidad por sequía extraordinaria y, en caso de aprobarse, se podrían solicitar compensaciones económicas. 

Asimismo, la consellera de Agricultura de la Generalitat de Cataluña, Teresa Jordà, ha presentado una propuesta al Gobierno para la modernización del Canal de Urgell, similar a la que se aplicó en el caso del canal de Pinyana, y así poder utilizar el agua con más eficiencia. De ser así, la Generalitat financiaría el 60% de las obras de modernización, mientras que el Estado se encargaría del 40%, lo que aceleraría un proceso vital para evitar las consecuencias negativas de futuras crisis como la actual.