14-01-2025 - 10:00 -
Alemania ha registrado por primera vez desde 1988 un brote de fiebre aftosa en el Estado federado de Brandeburgo, que rodea Berlín, tras morirse tres búfalos de agua a consecuencia de esta enfermedad altamente contagiosa, informó este viernes el Ministerio de Agricultura.
En la rueda de prensa ordinaria del Gobierno, el portavoz del ministerio Michael Hauck ha afirmado que desde ese año no ha habido casos de fiebre aftosa ni en Alemania ni en la Unión Europea, por lo que es el primer caso desde entonces.
Un laboratorio confirmó el brote y hasta nueva orden no saldrán productos de la zona afectada, ha explicado Hauck, además de subrayar que el virus no es peligroso para los humanos. Por su parte, la ministra de Agricultura de Brandeburgo, Hanka Mittelstädt, ha informado a las autoridades relevantes y se están tomando las medidas necesarias, ha indicado.
Según informa el diario 'Tagesspiegel' y refleja Efeagro, el brote afectó a un rebaño de once búfalos en la localidad de Hönow, si bien la situación "está bajo control", de acuerdo con el administrador del distrito, Gernot Schmidt. Según la misma fuente, el distrito está trabajando con especialistas para investigar la causa de la enfermedad y el ganado está siendo sacrificado.
La fiebre aftosa es una enfermedad vírica muy contagiosa que puede afectar al ganado bovino, ovino, caprino y porcino. De hecho, este brote tendrá consecuencias en forma de restricciones en terceros países: las exportaciones a países como Corea del Sur (ya ha cerrado a la carne de cerdo) y Filipinas y Japón (carne de vacuno) no serán posibles desde Alemania durante los próximos meses. Además, esta noticia ralentizará la posible reapertura de otros mercados.
Alemania y la UE estaban oficialmente reconocidas como libres de fiebre aftosa, pero sigue siendo endémica en Turquía, Oriente Medio y África, en muchos países asiáticos y en partes de Sudamérica.
Según el Instituto Friedrich Loeffler, aunque se introdujera la fiebre aftosa en Alemania, no existiría ningún riesgo para los seres humanos como consumidores de leche pasteurizada, productos lácteos elaborados con ella o carne.