27-06-2019 - 18:10 - porcino
El consumo español de carne de porcino cerró 2018 con la misma tónica que lo venía haciendo todo el año, es decir, casi siempre por debajo de los niveles del año anterior. Es así sobre todo en el consumo de carne de cerdo en fresco, mientras que en los productos transformados se dan picos de consumo que tienen lugar sobre todo en primavera y otoño. En cuanto a precios, en ambos casos se superan los valores de 2017.
El consumo de carne de cerdo en fresco ha bajado un 2,0% respecto a 2017, mientras que el de transformados ha recuperado un 1,9%. En consumo per cápita, los transformados siguen superando al de fresco, como también sucede en la cantidad total, una tónica que viene repitiéndose desde la crisis de 2008. La cantidad consumida de transformados ha sido la más baja desde 2008, mientras que en fresco hay que remontarse al 2000.
Por lo que a precios se refiere, el precio medio de la carne de cerdo terminó el 2018 con una media de 5,93 euros (+1,2%); el de la carne transformada fue de 8,68 euros (+0,5%). La media de consumo por persona y año de carne de cerdo fresca se situó en los 9,99 kilos (-2,3%), mientras que de carne transformada llegó a los 11,61 kilos (+1,5%).
En cuanto a la facturación, el acumulado de 2018 refleja precios más altos que en 2017 para los dos tipos de productos. Estos resultados hacen que el fresco llegue casi al equilibrio en su resultado final (-0,7%) y, en cambio, los transformados aumenten su facturación en un 2,4%.
En 2018, el consumo doméstico de alimentación y bebidas en España bajó un 0,2% en cantidad pero aumentó un 1,6% en gasto. Si se analiza el consumo total de carne, éste retrocedió un 2,6% en kilos y un 0,5% en euros. De esta manera, los hogares españoles destinaron a la compra de carne el 20,6% de su presupuesto para alimentación, lo que equivale a unos 309 euros por persona (-0,8% respecto a 2017). El consumo per cápita total se sitúa ahora en 46,19 kilos (-2,9% respecto a 2017). En cantidades, la carne de vacuno cerró 2017 con un descenso del -5,2%; la de ovino, del -8,5%; la de pollo, del -2,9%; y el resto de carnes, del -4,7%.