La campaña de la fruta dulce en Lleida acaba con los mejores precios de los últimos siete años

La campaña de fruta dulce en las tierras de Lleida ha acabado con los mejores precios de los últimos 7 años. Así lo ha explicado la consejera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de Cataluña, Teresa Jordà, en el marco de una visita a la empresa frutícola Baró e hijos, en Albatàrrec (Lleida). "Este incremento de los precios de venta ha sido un hecho directamente relacionado con la falta de producto en toda Europa debido a las heladas primaverales", ha explicado la consejería en un comunicado. La poca disponibilidad de melocotón y nectarina ha supuesto un muy bajo nivel de stocks todo el verano, en línea con la baja producción, y esto ha hecho que los precios se hayan mantenido bastante estables y altos.

Por productos, en el caso del melocotón rojo gordo, el precio medio de venta de las empresas frutícolas ha sido de 1,10 € / kg, 40 céntimos por encima de lo vendido entre los años 2017 y 2019, los peores años después del veto ruso. Lo mismo ha pasado con la nectarina, que este año ha tenido un precio de venta medio en salía de central de 1,5 € / kg, casi el doble del precio de venta de los años posteriores al veto. Cabe decir que los precios durante ese periodo eran muy bajos.

La climatología ha sido clave en esta mejora de precios, "pero la aplicación del Plan de acción de la fruta dulce del Departamento de Acción Climática entre los años 2017 y 2020, con medidas como el Plan de arranque de árboles frutales, también ha servido de ayuda para adecuar la oferta a la demanda existente en el mercado global de la fruta de hueso y revertir así la crisis de precios", han asegurado.

Caídas históricas de la producción

En cuanto a la producción, la climatología durante la primavera, con intensas heladas y granizadas, ha influido directamente en la cosecha de melocotón y nectarina de toda Europa, que se puede decir que ha sido la más baja de los últimos 30 años (2.444.922 t ), con un disminución del 18% respecto del año pasado y de un 34% en comparación con el promedio 2015-2019.

En Cataluña, la cosecha ha sido de 307.000 toneladas, un 11% inferior a la del año 2020, que ya fue un año de poca producción. Si se compara con la cosecha media de los últimos 5 años, la caída llega al 34%.

Si se habla del potencial productivo de Cataluña, situado en 550.000 toneladas, podríamos decir que la caída ha sido de un 43%, 240.000 toneladas menos de los que se podrían llegar a producir.

Ingresos desiguales

En cuanto al balance económico, habrá que hacerlo campesino a campesino y central a central. Ha habido zonas con fuertes afectaciones y reducciones de producción de hasta el 50%, y en cambio otros sin casi afectaciones.

Sin duda, el análisis detallado de cada caso, cada central o cada productor será muy diferente. En los casos de afectaciones de heladas, habrá que hacer el balance del cobro del seguro más el volumen de producción y los precios del mercado percibidos. Este balance será muy positivo en las zonas sin casi afectaciones de heladas, y en otros dependerá del volumen finalmente recolectado y / o procesado y del seguro.

Una campaña que se ha desarrollado con total normalidad

Esta ha sido la segunda temporada marcada por la pandemia de la covid-19. Este 2021, el sector ya estaba preparado y tenía la experiencia previa en los protocolos sanitarios. Este verano, el refuerzo en la prevención, la buena ejecución de los planes por parte de las empresas, la implicación de todas las personas del sector y sobre todo la vacunación de las personas del sector frutícola ha traducido en muy pocos casos positivos, y la campaña se ha podido desarrollar con mucha normalidad, han asegurado.