03-05-2022 - 11:00 - cereales y forrajes
El mundo sigue con la mirada puesta en la guerra en Ucrania. El país, considerado como “uno de los graneros del mundo” por su alta producción de cereales, espera producir este año sólo un 65% de su cosecha habitual, lo que ya está provocando desde el inicio del conflicto el encarecimiento no solo del cereal sino de muchos productos alimentarios y energéticos.
Según ha publicado Efeagro, el economista ucraniano experto en el sector, Oleh Pendzyn, explicó a la emisora local Hromadske Radio que la cosecha ucraniana se ha visto gravemente afectada por la invasión rusa que se inició el pasado 24 de febrero, informó Ukrinform. A lo que añadió: "la comida no aparece de forma gratuita en el mundo. Si Ucrania no exporta (granos) a nuestros mercados tradicionales, la comida no aparecerá físicamente en esos territorios. Y los precios de los cereales simplemente subirán”, dijo el economista.
Además de las cosechas que no se pueden recolectar debido a los bombardeos, el economista recordó que los rusos están destruyendo las reservas de cereales de Ucrania. Adicionalmente, más de 4 millones de toneladas de grano se encuentran bloqueadas en los puertos ucranianos debido a la guerra, según la ONU.
"Paralelamente a la interrupción de las exportaciones de granos, Rusia está recurriendo a bombardear silos con granos, almacenes con fertilizantes químicos y enormes reservas de combustible y lubricantes. Están haciendo todo lo posible para que Ucrania pierda sus capacidades como estado agrario. Ucrania y Rusia compiten en los mismos mercados de alimentos en todo el mundo", agregó Pendzyn.
El economista recordó que, según datos de la ONU, la guerra en Ucrania y el bloqueo de los puertos marítimos ucranianos podrían provocar la hambruna de 1.700 millones de personas en todo el mundo. “Eso se debe a que el aumento de los precios de los alimentos conducirá a un incremento de los precios mundiales. Muchos perderán la capacidad económica para tener acceso a los alimentos”, dijo el experto.
Ucrania junto a Rusia representa el 30% del comercio mundial de trigo, el 32% de cebada, el 17% de maíz y el 50% de girasol (aceites y semillas). Además, ambos países son los principales proveedores de fertilizantes de Europa.